20 cosas que no sabes de mi

Tras unas semanas de ausencia, por idas y venidas fuera del país, por cambios en mi rutina familiar, por diferentes motivos que iré compartiéndoles poco a poco. Hoy, retomo estas líneas, gracias a la invitación de mi querida amiga La Tata para mostrarme con total transparencia. Me encantó la idea, qué mejor manera de retomar el blog, que conociéndonos mejor! O mejor dicho, permitiéndoles conocerme mejor!

Hoy tocó desenmascararme, pararme frente al espejo, hacer un repaso en la historia de quien soy por lo que fui, y aquí voy:

1. Rebelde sin causa: Desde pequeña encontré la manera de verle sentido a la oposición. Al sistema, a las reglas, a las normas, a la religión, a todo lo impuesto socialmente. Lo que venía siendo motivo de cuestionar todo, por todo y por que sí, para buscar mayor justicia, para tomar mis propias decisiones en función de ideas propias y no impuestas. Debo admitir que todo esto explotó en mi adolescencia, y hoy por hoy, aplaudo a mi madre, porque hay que tener mucho temple para manejar situaciones como las que yo ocasioné, y estando sola como ella lo estuvo.

2. Me fui a vivir sola a los 17 años: Por circunstancias de familia, nos encontrábamos viviendo fuera de Lima. Terminé el colegio y me mudé a Lima para estudiar la universidad, compartí apartamento con otras chicas, tuve roomates, viví sola, hice y organicé mi vida desde aquel momento. Y debo reconocer que esa oportunidad de hacerme responsable de mi misma, por mi misma, es gran motivo de ser quien soy el día de hoy.

3. Pasé por 5 colegios y 16 casas!: No, no vengo de un orfanato, pero así es la vida. Nací en Colombia, allá estudié en un colegio durante toda mi niñez y cambiamos de apartamento unas 3 veces. Luego, nos mudamos a Perú. En Lima, estuve en dos colegios y cambiamos de casa otras 5 veces. Después, nos mudamos a Huancayo por trabajo de mi mamá, ahí estuvimos en 2 casas y estudié en 2 colegios. Al regresar a Lima por mis estudios universitarios, me mudé unas 3 veces más. Y en el ínterin, trabajé una temporada en USA y otra en Brasil, cambiando de casa dos veces en cada lugar. (Y seguimos sumando!) Como verán, mi lado nómade sale a flote. Por eso no conozco lo que es tener «amigos de toda la vida», «amigos del barrio» o algo por el estilo. Tengo amigos «de la vida!» y de todas partes.

4. Soy (o fui) instructora de ski y snowboarding: Va de la mano con mi gusto por los deportes de aventura. Deportes, que el día de hoy, siendo mamá, prefiero ver por la tele o, siendo sinceros, por las noticias, porque ya no veo televisión! Me fui a trabajar a USA por un programa de work & travel y conocí el fascinante mundo del ski y las montañas de nieve. Trabajé como instructora de niños y fue una experiencia magnífica, lo volvería a hacer una y mil veces más. Ya pueden imaginar que le depara en el futuro a mis hijos, con la mamá entrenadora.

5. Hablo portugués y fui profesora en Brasil: Va de la mano con mis intereses personales: la educación. Me fui a trabajar para un proyecto social en Brasil, en la ciudad de Porto Alegre. Trabaje con compañeros de Grecia, Argentina, Polonia, Colombia y Brasil, dando clases en escuelas públicas de la ciudad. Experiencias como aquella, son pocas! De las más enriquecedoras de mi vida.

6. Fiestera y bailarina a morir: Quien me conoce por estos días, podría verse sorprendido de verme en aquella etapa en la que salía a bailar todos los fines de semana hasta adormecer mis pies, y ver el amanecer al ritmo de la música. El baile lo llevo en las venas y es de las cosas que me fascinan, me mueven y me motiva. Mis salidas de fiesta, asumo que fueron algo precoces, pues a los 15 años ya andaba de fiesta en fiesta, pero bueno. Eso es otra historia. Nunca de malos amigos ni nada de eso, solo juerguera por pura diversión!

7. Se tocar batería y flauta: Aclarando que no soy música, ni pretendo serlo. De hecho, cuando tuve mis primeras clases de piano, descubrí que mi mano izquierda, es un cero a la izquierda. Y lo comprobé años después intentando tocar guitarra. Pero lo cierto es que la música me encanta. Cuando tenia unos 14 años, recibimos diferentes tipos de talleres en el colegio, el profesor de música nos dio a escoger un instrumento, yo ya sabía tocar la flauta (en Colombia nos enseñaron la flauta de pequeñitas, como a los 6 o 7 años. Lo que me sirve hoy en día para animar a mi enano con canciones) y en aquel colegio resulta que las chicas eran las que tocaban la flauta mientras que los chicos aprendían lo que querían y hasta tenían banda de rock! Acto seguido, sale mi yo rebeldón, me anoté para batería (la única) y empecé a aprender con partitura y todo (en serio podía existir partitura para tocar batería? en serio podía sentarme con la falda del uniforme a piernas abiertas para tocar las tarolas y el bongo? qué creen? jeje) Al final, aprendí mas con los chicos de la banda, mis primeras canciones fueron de Nirvana, y bueno, para la presentación en el show del cole me puse más femenina y tocamos una canción de Dido, si mal no recuerdo. Gracias a esos momentos, pude sentarme a tocar batería en casa con mi esposo, ya tenemos nuestra pequeña banda familiar, él toca el bajo, yo la batería y esperamos que Ignacio cante (o no destruya los instrumentos en casa primero).

8. También hice pintura y teatro: De ninguna manera puedo decir que soy buena actriz, solo se que estuve en las obras de teatro del colegio. Pero en la universidad no conseguí atreverme a entrar al Círculo de artes escénicas, aunque me gusta muchísimo hacer show y estar en un escenario. Afortunadamente no sufro de pánico escénico. También hice taller de pintura, eso es algo que me gustó mucho, enlazado con la fotografía, continué pintando un poco después, Pero entre juergas y viajes, ya saben. La juventud a veces no tiene paciencia para oficios tan pacienzudos. Sueño con retomar el óleo y los lienzos cuando sea mayor, me jubile o me mude a una casa de campo donde no tenga que verme involucrada con el corre corre de la ciudad.

9. No tengo banda, equipo, deporte, música, comida, nada favorito: Como podrán ir deduciendo, mis intereses a lo largo de los años han sido tan amplios, que mis gustos también lo son. No me cierro a una sola cosa, no fui fan enamorada de ninguna banda, y tampoco me he tatuado el nombre de algun actor, equipo o algo similar. De hecho siempre pensé que la lasagna era mi plato favorito (lo adoro, me encanta, no malinterpreten) porque mi mamá siempre la preparó para mi cumpleaños. Pero el día de hoy no tengo un top ten de platos favoritos, solo una larga lista de cosas que me encantan y de diferentes lugares. Quizás lo único favorito-favorito que puedo tener, es mi familia. A ellos si que los adoro, les hago barra y armo club de fans si es necesario.

10. Terca, muy terca: Con el paso de los años he aprendido a ser más flexible, a escuchar más. Pero, cuando algo se me mete a la cabeza no hay quien lo saque! Y peor aún, cuando algo se me mete a la cabeza bien informada, es difícil que me hagan cambiar de parecer (imposible, por decir menos). Debo escuchar un argumento valido, muy lógico y con conceptos que me hagan pensar, para dar mi brazo a torcer. Bueno, pensándolo bien, estoy trabajando en ello, siendo madre aprendo todos los días, esta es la gran oportunidad de mejorar en muchos aspectos, y este es uno de ellos. Pero si, digamos que en líneas generales, sigo siendo terca, muy terca.

11. Mi mamá es mi mejor amiga: Hemos pasado por muchas cosas, pero el día de hoy puedo decir que no hay persona que me aconseje mejor, me conozca más y me apoye tanto como ella. La vine a conocer mejor el día que mi papá se fue de casa, cuando yo tenía unos 14 años. Por fin, nos vimos frente a frente, por fin sentí que estaba con mi madre. Ella siempre fue (y es) de entregarse por completo a su trabajo. Fue la mamá ejecutiva que pasaba horas en la oficina, salía temprano , llegaba tarde, descansaba fines de semana. Y hasta donde puedo recordar, mi niñez fue más de tiempo libre con papá y juegos con él. Luego entendí que mi madre se estaba haciendo responsable por nosotros. Y al separarse de mi papá, asumió por completo ambos roles y nos sacó adelante a mi hermano y a mi. Ha sido mi modelo de esfuerzo, coraje, perseverancia y éxito. Confío a ciegas en ella, y ahora que soy madre, me encuentro bastante enlazada con ella, gracias a ella soy quien soy. No cabe duda que es la mejor amiga que tengo y tendré!

12. De carrera y vocación(es): Para empezar, mi test vocacional soltó: fuerzas armadas, educación inicial/psicología infantil  y comunicación social. Debo reconocer que fue un test muy acertado. Todas las opciones me venían muy bien! Me pensé mucho postular a la Fuerza Aérea (pero ese era mi lado rebelde que quería demostrar que como mujer también podía, sumado a mis ganas de aprender a volar un avión. (Siempre he querido pilotear un helicóptero!). Luego estaba estudiar educación. Y a pesar de adorar mi trabajo con los niños, la currícula no me convencía, no me veía en eso. La psicología me sigue gustando el día de hoy, peri cuando visité la facultad y me mostraron un cerebro en vivo, no pude con las nauseas! La parte médica no iba conmigo. Terminé por escoger la carrera de Comunicaciones, y más convencida que nunca tras visitar los sets de televisión de mi universidad. Soñé con trabajo en producción de TV y películas, tanto tanto que trabajé en eso mis primeros años de profesión y luego la ilusión se me fue por los suelos. No sentí estar haciendo nada positivo por la sociedad, lo mío siempre estuvo ligado al desarrollo social y la educación. Hoy agradezco la experiencia y las herramientas obtenidas. He trabajado en marketing, publicidad, desarrollo social y me quedo con mis niños, las madres y el trabajo por empujar el desarrollo de mejores personas. Cuando es gratificante, es lo que cuenta!

13. No tengo religión: Puede ser un tema controversial, pero para aclarar: No me opongo a que otros sigan alguna religión. No me opongo a que crean en un dios, de hecho yo lo hice. Vengo de una familia muy católica por ambas ramas. Fui catequista a los 15 años, daba charlas a niños de pueblitos muy pobres de Huancayo. Ahí entendí que no tenía sentido enseñarle quién es la Virgen María a un pequeñito que no tenía zapatos en medio de la puna, que tenia que ponerse un vestido de mujer, porque eran las ropas que le podían proveer y que me atendía porque estaba contento de recibir la comida y regalos que le llevábamos. Durante la universidad, me uní a una iglesia cristiana, fue una etapa linda, me lo tomé en serio. Y me decepcioné. La hipocresía, las mentiras, las dobles caras de las personas fueron un bajón para mi. Hoy entiendo que somos humanos, que nadie es perfecto, que lo que vale es tratar de ser mejores personas siempre. Sí, estoy de acuerdo con creer en algo más grande, en el universo, en la fuerza mayor de la vida, en la energía del ser, en la diosa naturaleza. Creo fielmente en la importancia de respetar la vida, de cuidarnos unos a otros, de trabajar por ser mejores cada día, y de cuidar el lugar en que vivimos. Creo que pasamos por esta vida para aprender cosas grandes, que tenemos una misión maravillosa y que estamos aquí para crecer y conseguir grandes logros en lo más profundo de nuestros corazones.

14. Siempre quise tener 4 hijos!: Si, lo sé! Cu-a-tro. Tal vez alguno de ustedes ya va por los 5, pero..vamos! Que esto de ser padres es trabajo. Y más cuando nos dedicamos 100% a ellos. Que no se entienda esto como una queja. Pero mi ilusión de tener 4 hijos cambio, en gran medida, por la importancia que le vengo dando a mi participación en la educación de mi peque. Creo que no podría haber sido de otra manera, no para mi, no para él. Somos lo que somos y la naturaleza suele dictar muchas cosas, esa es una de ellas, Mi instinto me hizo entregarme a mi maternidad y siento que esa es la maternidad que «va conmigo». Por eso me pregunto si tener más hijos me permitirá el mismo grado de entrega. Vamos pensándolo en el camino, quizás con dos o tres nos vaya bien, ello ya lo veremos a medida que avancemos en esta ruta tan bonita. Por cierto, también soñé con tener gemelos, para «matar dos pájaros de un tiro» jeje

15. Fui super deportista: En el colegio pasé por todos los deportes, las artes y demás actividades extra curriculares. Pertenecí al equipo de voley (hasta me llamaron para un semillero), básket, atletismo y también jugué futbol alguna vez, pero admito que no fui tan buena arquera. Es que ven a una chica alta y piensan que sirve para tapar el arco a la primera, gran error. También hice gimnasia atlética y gimnasia artística de pequeña, hice natación alguna vez, y adoré escalar, subir montañas en bicicleta y a pie. Aún amo nadar en el mar, he intentado surfear, pero sigo en plan de aprender. Mi cuerpo siempre me pidió actividad. Hoy salgo a caminar largos tramos con mi peque y seguimos andando en bici. Cuando recuerdo mis etapas de partidos y competencias me sube la adrenalina a mil!

16. Tuve un pearcing en la lengua y tengo un tatuaje: El piercing me lo hice en Cusco en mi viaje de prom, y el tatuaje me lo hice en Lake Tahoe, cuando trabajaba en USA. Ambos fueron momentos especiales para mi.  Piercing, parte de rebeldía y diferenciación. Tatuaje, parte decoración, parte filosofía de vida (es un OM)

17. No veo televisión, no bebo, ni fumo: Lejos de creer estar cerca de la perfección, trato de mejorar mi estilo de vida y he conseguido eliminar de mi vida estas cosas que creo nocivas para mi día a día. Como siempre digo, la maternidad abre tantas puertas, invita tanto a la mejora, a querer ser mejor ejemplo a seguir, por nosotros, por ellos, por el futuro, que me lo tomo en serio y desde mi embarazo esas cosas han cambiado. (Leo noticias por internet, para quienes se preocupan por mi grado de información al no ver los noticieros matutinos, tan ilustrativos ellos)

18. Aprendí a manejar a los 11años: Mi papá solía sentarme en su regazo para tomar el volante y él hacer avanzar el auto. Apenas llegué a los pedales, tuve mi primera lección oficial de manejo del lado de mi padre. Fue una experiencia más amena que nerviosa. Me sentí familiarizada con los cambios y el volante, y desde entonces pude manejar por lapsos cortos. A los 16 ya podía robarle el carro a mi mamá, pero por su salud(emocional) no lo hicimos oficial hasta que me metió en clases de manejo. Para ella, esas formalidades, ayudaban a evitarle un ataque al corazón o algo parecido.

19. Tengo terror a los temblores: Desde que llegamos a Perú, no he podido tolerar los ruidosos temblores de Lima! Aprendí a convivir con ellos (otra opción no tenía). Pero no tolero la idea de estar encerrada o en pisos muy altos al momento de un temblor. Antes de la llagada de Ignacio, yo era capaz de salir corriendo de donde estuviera, como estuviera y a la hora que fuera en pleno temblor. Una vez aparecí en la puerta que da a la calle, en ropa interior y sin nada con qué cubrirme, era media noche, poca gente pudo verme (eso espero). Ahora hay más control en mi, pero no puedo imaginarme viviendo más arriba del primer o segundo piso.

20. Me encanta estudiar!: Nunca fui primer puesto en el colegio ni nada similar. Creo que por nuestro sistema educativo se puede diferenciar el estudiar por aprender vs. el estudiar para pasar los cursos. A mi lo que me gusta es aprender y aprender. Con los años descubrí que mi manera es a traves de la investigación, y lo sigo haciendo a diario. He cambiado libros de marketing y comunicación o novelas, por libros de crianza y educación respetuosa. Me apasiona, y no paro nunca! Mis amigas de estos tiempos me etiquetan de «chancona» qué gracioso, dudo mucho que mis compañeros de colegio compartan la misma posición jejeje.

Wow! Siento que tengo más y más por contarles, al principio imaginé que sería muy difícil encontrar 20 cosas por compartir, y ahora siento que la lista continua. Es que todos somos un mundo lleno de historia. Aquí pues, me muestro un poquito más con ustedes. Esta he sido yo, esta soy yo.

Mimando Ando … recordando!